Ojico al parche con... la burbuja de filtros

En Derecho existe un principio que nos indica que el desconocimiento de la ley no exime de culpa, Ignoratia juris non escusat. Si aplicamos este principio, eliminando el objeto sobre el que se produce la ignorancia, al ámbito de la información que circula por la web, podríamos argumentar que la cantidad de información presenta unas dimensiones tan abrumadoras que la ignorancia se hace exigencia.

   Sin embargo, ¿Qué pensaría si la ignorancia fuera deliberada o inconscientemente inducida por la propia red?

En los últimos años se ha producido una explosión de servicios web cuyo objetivo ha sido el de personalizar y organizar la información sensible a las particularidades de cada usuario. Al mismo tiempo que esto sucedía, las grandes compañías que ofrecen servicios de búsqueda, redes sociales, grupos de noticias... han ido ajustando sus servicios con el fin de filtrar y valorar, según sus parámetros algorítmicos, la información que recibimos. De este modo, podríamos estar limitando el "Yo soy yo y mi circunstancia", de Ortega y Gasset, al contexto de nuestra vida "offline" y deberíamos decir algo como "Yo soy yo, mi circunstancia offline y la circunstancia que los servicios web me proponen".

El ciberactivista Eli Pariser ha liderado un movimiento de concienciación del usuario sobre los problemas de censura que podrían estar ocurriendo a través del filtrado de contenidos, llamando a este problema "la burbuja de filtros".  No os perdáis el siguiente video (en inglés).

Así que, lo dicho ojico al parche con... ¡la burbuja de filtros!